Este camino no requiere de ningún guía o maestro espiritual, ni tampoco estados alterados de conciencia; las pautas surgen de una conciencia clara y en pleno estado de vigilia. Este intenso y prolongado trabajo interior, con las fuerzas del Pensar, del Sentir y la Voluntad, permite descubrir el sentido de los secretos, aparentemente insolubles, de la existencia y de la vida misma.
(Extracto del cap I del libro ¨La Antroposofía¨de Roberto Crottogini)